jueves, 26 de julio de 2012

mecer sí, tronchar no


mecer sí, tronchar no, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Un padre les decía a sus dos hijos: imaginaros que salimos del euro y volvemos a la peseta. Su hija de 8 años y su niño de cuatro miraban a su papá con el interés con el que siempre miran los hijos de esa edad a su héroe: a su padre. Imaginároslo. Los niños no pestañeaban.

--- Papá, tienes un moco (habló el pequeñín).
--- Gracias hijo (y el padre se lo quitó con los dedos).

No tendríamos, creo yo, problemas con la comida. Hasta podría ser más barata. Y el café, y las cervezas. Pero ya no podríamos comprar videoconsolas porque serían muy caras. Y no podríamos utilizar mucho el coche porque la gasolina estaría por las nubes. Claro que, por otra parte, habría más trabajo porque tendríamos que agudizar la mente colectiva para fabricar cosas que escasearían. Tendríamos que fabricar, de nuevo, coches, y televisores, y...

--- Papá. A mí me gustaría que volviera la peseta. Las chicas siempre sabemos arreglar las cosas (le dijo su hija de 8 años).
--- Ayyyy (salió un ruidito al suspirar el papá)

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