lunes, 31 de octubre de 2011

Fifí


Fifí, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Mi Fifí ya tiene cuatro meses y medio. Nació el 12 de Junio pasado. Es hija, claro está, de mi Marilín y de.... yo creía que de su propio abuelo el gato Antolín, pero no, con ese pelo de "ratilla", nadie sabe quién es el gatazo que se trajinó a mi pobrecita Marilín, con lo pequeñita que sigue siendo... Como le pille se va a enterar.

Lo cierto es que le estamos dando vueltas y vueltas, mi Cuqui y yo, a la educación que le vamos a dar a nuestra Fifí. Nosotros somos partidarios de la escuela pública, por supuesto. Pero, es que mi Marilín fue en esa escuela donde fue doblegada por el maldito gatazo ése... que como le pille.

Queremos que sea libre, que el futuro sea de ella. Yo estoy seguro que este siglo es de las hembras. Estoy seguro. Y queremos que cuando tenga relaciones gatunas nadie la engolosine y... Como me entere yo quién es el padre de mi Fifí... le voy a correr a garrotazos. ¡¡Mecagüeeeeeeen!!.

jueves, 27 de octubre de 2011

Sensaciones.


Sensaciones., originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Disfruto muchísimo cuando, con amigos, paseamos y hacemos trabajar a nuestras cámaras. Cada uno con la suya, como tiene que ser. Fotografiamos los lugares, los edificios, la gente que pasa, las bicicletas, a nosotros mismos.... Se pasa "dabuti" fotografiando en grupo.

Pero, perdonadme amigos. Cuando más me divierto, y puede ser que esto me pase porque sea rarito, no sé, es al salir solito a retratar. Algunas veces lo planeo la noche anterior. Otras veces ese mismo día. Cojo la bolsa y, "ahora vengo, voy a hacer fotos", le digo a mi Cuqui. Y como niño de sesenta años, hacia la aventura voy.

Llego, paro el coche con precipitación, como cuando de joven veía a mi novia. Me cuelgo mi bolsa con la cámara y los objetivos. Camino. Me visto con mi traje de cotilla de fiestas de guardar. Paseo. Empiezo a silbar. Miro, siento, observo, silbo... Soy feliz. Sigo caminando. ¡¡Joer, que bonito!! “Clic”. Noto como mi estómago se acelera al ver… "clic". ¡¡Buahhh, esta sí que sí!! "clic", y ésta, “clic”, a esas hojitas.... ¡fiuuuuu!

Estoy feliz.

lunes, 24 de octubre de 2011

Marilín.


Marilín., originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Es de sobra sabido que yo tengo relaciones con las altas esferas. Tengo amigos Ángeles de la guarda, Ángeles mensajeros, Devas... seres divinos, todos. Pues bien, hace unos días uno de mis amigos más íntimos que se llama Cascabel, Ángel de la guarda, me contó la historia de la Princesa india Kabita.

Kabita era la hija de un rajá de uno de los reinos más ricos de la India. Kabita era tan hermosa que los hombres que la miraban enfermaban de amor. El caso es que, un hijo de un rajá de un reino vecino quiso desposarla y Kabita se negó alegando que éste no tenía la galanura necesaria para desposarse con ella, la más bella de todos los reinos de la India. Era un poco engreída y vanidosa, para qué vamos a negarlo. El Principe no lo pudo soportar y se quitó la vida. Y, por su karma, Kabita, al morir, renació en una gata. Y me dice Cascabel que le han dicho que renacerá como bella mujer cuando un descendiente de reyes indios acaricie sus orejitas y le dé un beso en la frente.

A ver dónde encuentro yo un descendiente de reyes indios. Si alguien conoce a alguno que me lo haga saber, por favor.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Paseo por Segovia - 2011-10-15


Lucja, de vuelta a casa, tiene que pasar por aquel bosque lleno de olores y ruidos que el agua del pequeño río provoca al jugar con algunas rocas. Lucja, va sonriendo. Y está bien porque no ha tenido muchos motivos de sonrisas en las semanas que vive en España. Viene de su querida Polonia donde ha dejado a su familia. Se va a casar, dentro de poco, con su novio de toda la vida. Y le ha costado adaptarse al calor español, y al mal genio de la hermana de su querido Pawel. Va sonriendo.

Camina por el bosque, ve los amarillos del otoño que no llega, huele... ¿qué olor es ése? Que más da. Siente sus pisadas y escucha el ronroneo del cercano río.... Hoy es feliz, el primer día más feliz en la España de acogida. Hoy, en la clase, ha aprendido la palabra necesaria.

--- Pawel, te quiero.

lunes, 17 de octubre de 2011

Bosques sin hongos.


Bosques sin hongos., originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Toda la noche, o casi toda, la ha pasado despierto e inquieto. Respiraba mal, sudaba, pensaba y pensaba. Nuestro amigo, llamémosle Fulgencio, se ha levantado muy temprano, se ha aseado totalmente, incluso se ha afeitado con cuidado. Se ha puesto el traje para las misas de algunos domingos, ha desayunado su café con leche y galletas y, después de abrir la cancela del garaje, ha arrancado el coche encaminándose hacia Segovia.

Ya en la puerta del INEM, una vez aparcado su Seat, Fulgen respira hondo varias veces, se estira la chaqueta de su traje de misas y domingos, y se queda mirando fijamente al fondo de la oficina del INEM. Seguro que se está dando ánimos, y, como algunos de esos atletas que vemos en la tele, da un paso adelante, otro para atrás, y el definitivo que será el primero de unos cuantos que le encaminan a la mesa donde detrás de un cartel que pone "información" hay una señorita de unos treintaytantos años, guapa, rubia de bote y risueña, que le pregunta:

¿Qué desea usted señor? Mi amigo Fulgen traga saliva, nota el rojo de la cara y el sudor de sus manos pero no tiene más remedio que decirle a la guapa rubia de bote: ¿Quería que se me concediera un subsidio? ¿A qué se dedica, usted, señor? Soy micólogo y recolector de setas. Este año viene mal, no hay un solo hongo en el bosque y necesito ayuda. ¿Ha cotizado usted alguna vez, señor? No, no sabía que había que pagar nada. Ya, y ¿cuánto necesitaría, usted? Me podría apañar con dos mil euros al mes. No hay problema. Por favor, firme estos papeles. ¡Vale!.

domingo, 16 de octubre de 2011

Venecia y sus góndolas


Venecia y sus góndolas, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

--- Que no, que no te sienta bien. ¿Es que no lo ves tú mismo?

--- Pero vamos a ver, si continuamente estáis diciendo: "¡¡qué guapos, qué cachas, qué bien les sienta!!

--- Ya, pero no es lo mismo. ¿Es que no te das cuenta?

--- Pero si es que a mi me gustan esas camisetas. Bueno, las preferiría azules, pero si tienen que ser de rayas rojas, no pongo pegas.

--- Las camisetas de rayas horizontales hacen más gordos a los hombres. ¿No lo ves?

--- O sea, que los gondoleros esos, "italininis", están todos guapísimos y yo no. ¿No me estarás diciendo que estoy gordete? Vamos, eso no te lo consiento.... Porque es mentira.

jueves, 13 de octubre de 2011

Segovia y algunas de sus cruces.


"Pask Witthoh, detective internacional, soluciono todos los casos misteriosos que pasen por tus manos" Con esas palabras, simples, simplonas, hasta yo las hubiera escrito con más gracia, se promociona Pascual en la guía blanca de teléfonos.

Y es que mi amigo Juanito me ha telefoneado esta mañana y me ha dicho que un tal "Pasgüito" le ha llamado y le ha dado un mensaje para mi. Extrañado y con el corazón algo desbocado, a mi amigo Juanito, le he pedido que con rapidez me dé el mensaje de Pascual. Juanito dice que Pask nervioso le ha dicho: "Que Jesús vaya a las cruces y mire al norte"

--- Y solo te ha dicho esto. ¿Tan solo que vaya a las cruces y mire al norte? ¿Qué cruces?
--- Y yo que sé, macho. Y además, cuando veas a tu amiguito, que por cierto es un poco rarito ¿no?, dile que yo no me llamo Juanito, que mi nombre es Juan de Dios. Un respeto. A ti te lo permito por los muchos años que hace que en el cole te pegaba, pero a un personajillo como ése, no. Ya lo sabes.

Enfadado con el bravucón de Juanito (Juan de Dios, …de Dios …ñañañaña, imbécil, que me pegaba, dice… ¡!Una mierda!! Un día solamente) y enfadado también con el “gili” del Pascual (que cruces, ni que leches…. Y al norte… ¡¡Ay que ser tonto!!) y preocupado…

Yo ya estoy mayor para estas aventuras.... ¡¡vaya amigos que tengo!!

lunes, 10 de octubre de 2011

La casa de Angelo es azul clarita


Acaba de dejar la barca. Está contento porque el motor nuevo es potente, le hace casi volar. No ha pescado mucho. Bueno, lo suficiente para ir tirando. Suficiente para pagar la casa y dar de comer a la familia y para los colegios de las dos niñas. Sí, dos niñas. Todavía no ha llegado el varón que pueda heredar su profesión y su barca.

Angelo viene de una larga tradición de pescadores en la laguna veneciana. Su abuelo le contaba las artes que utilizaba el abuelo de él, su tatarabuelo... Su padre, que también se llama Angelo, aunque ya está jubilado, cuando es necesario, se embarca y pasean por ese mar tranquilo y glorioso, pero con menos peces que antaño. Angelo hijo está orgulloso de tener la familia que tiene, está orgulloso de pertenecer a esa estirpe de hombres trabajadores, duros y libres. Siempre libres. Y nunca se iría de esa isla en la que cada casa tiene un color. La suya es azul clarita.

viernes, 7 de octubre de 2011

¡¡Madre del amor hermoso!!


--- Sí, dígame.
--- Hola Jesús, soy Pask.
--- Qué tal. ¿Hay novedades?
--- Te vas a quedar helado cuando te cuente. Escucha...

Pask Witthoh, el gran detective privado y amigo de Jesús, está telefoneando desde Bolonia. Lleva varios días viajando por distintos lugares del norte de Italia. Jesús le ha encargado que dé luz al laberinto que el guapo e inteligente fotógrafo (y alto), sin quererlo, se encontró en Verona. Un mensaje inquietante, muy inquietante: un 7, otro siete, (los dos sietes con dos rayitas) y un ocho: ¡¡778!! Esta cifra estaba pintada con rasgos vigorosos en una fachada debajo de una ventana con un marco inverosímil y muy hermoso. (Las palabras no definen fielmente la escena. Por favor, observad la foto anterior del singular Jesús, singular y fotógrafo muy alto). El caso es que ésta es la cuarta llamada telefónica. Pask sigue la pista de un grupo secretísimo de personas escurridizas, que no deben tener muy buenas intenciones porque en una de esas pesquisas, uno de esos individuos oscuros se dio cuenta que le seguía Pask, el malo se volvió, se encaró y le dio dos patadas. Ahora, de resultas de esa violencia Pask anda cojo. Ya está cerca. ¿El gran detective habrá descubierto el secreto? Escuchemos la conversación entre el detective y el grandísimo fotógrafo.

--- Dime, Pask. Desembucha ya de una vez, ¡¡por Dios!!
--- A que no sabes cuánto me han cobrado por un capuchino guarrindongo en una tasca de mala muerte… ¿di? Siete euros. Siete eurazos. ¡¡No hay derecho!!
--- ¡¡Madre del amor hermoso!!

jueves, 6 de octubre de 2011

Mensaje de los iluminati.


(Vaya foto más rarita. Bueno, vale, es la mejor para hacer uno de esos cuentos raritos para quedadme con el personal. A ver, de qué podría ser el cuento. De un Monstruo, un Trol por ejemplo, que le sale de su boca hierba porque le huele bien o mal la boca, que más da. ¿Y el 778? Yo que sé, podría ser el año de nacimiento o los años que tiene el bicho. No funciona. Pues podría escribir del renacimiento y sus construcciones: no, un tostón. Y si hablo de intrigas y esto es una señal para que los, algo así como los iluminati, en un día: el 7 de Julio, en el país 8, Suiza por ejemplo, se reúnan y cojan el control del.... Esto si que mola. Venga, vale.)

Amigos míos os tengo que contar una historia de la soy testigo porque oí, en Verona, una conversación casi susurrada entre dos caballeros que paseaban juntos. Yo detrás y muy atento. Uno le decía al otro: “vete a ver al bigotudo que le huele la boca a hierba y sigue el camino de los de dos rayas....” Yo creo que los integrantes de una organización secretísima tienen la clave en esta pared para que en una fecha determinada, en un país dado, robar el control del planeta y que los demás seamos sus esclavos. ¡¡No os digo más!! Os dejo que tengo que llamar a mi amigo Pask Witthoh para que investigue. ¡¡Que misterio!!

(Me cago en la mar, si no he borrado el primer párrafo, ¡¡seré canuto!!)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Qué tomate.


Qué tomate., originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

--- ¿No te lo he contado?
--- No.

--- Que risa.
--- Ya.

--- Es que íbamos caminando por aquellas galerías. Largas… larguísimas. Y yo le preguntaba: “Pero, ¿cuánto queda?”. Ya sabes, como los niños: ¿Cuándo llegamos a la plaza ésa? Que risa.
--- Ya.

--- Y seguíamos andando, y más tiendas a nuestra derecha, y mucha gente, y más tráfico a nuestra izquierda. Y la plaza no llegaba. Y seguíamos andando. “Pero ¿estás seguro que te han dicho que la plaza mayor es en esta dirección?” y él, ya cabreado: “Que sí, joer, dejad ya de dar por saco” Que risa.
--- Bueno.

--- Y después de no se cuánto, llegamos a la plaza, torcemos a la izquierda, andamos otros cien o ciento cincuenta metros, encontramos el restaurante y entramos. Que risa.
--- ¿Y que tiene que ver todo esto con el tomate?

--- Qué tomate.

martes, 4 de octubre de 2011

Si no fuera por los finifes.


Sus bracitos los tiene apoyados en el alfeizar de la ventana de su dormitorio. Solo los mosquitos trompeteros y cabrones rompen la magia del momento. Disfruta de una de las últimas tardes de verano. Está ensimismada. Observa las luces reflejadas en el agua y desea fervientemente poseer los pechos, grandes y hermosos de la otra, de la Belucci. Y se entiende, claro. Y es que, hace ya unos meses, un inglés idiota le dijo que tenía los pechos pequeños. ¡¡Qué sabrán los ingleses de las mujeres y sus bustos!!

Mi Monica quiere ser mayor para operarse y gustar a John, el inglés. Nuestra Monica, tiene dieciseis años, es alta, delgadita, sus ojos son negros y su boca rosada y generosa. Es guapa. Es muy bella. ¡¡Nada!!. No hace caso a nadie. Ni siquiera cree a su primo Miguel cuando en la noche del sábado, en el vaporeto, atrás, solos, metió su mano grande debajo de la blusa de nuestra niña, acarició su pecho izquierdo, se quedó un ratito en su pezón gordito y sedoso, y le dijo: prima, déjame besártelos, tienes unos pechos preciosos. No le dejó. No le creyó. Pero su corazón cabalgó rápido y su piel y sus pelitos se erizaron.

Os voy a decir una cosa, pero no se lo digáis a nadie. De quien está enamorado John es de Miguel. Ella no lo sabe. Miguel lo intuye.

¡¡Zas!! Otra picadura. Más que mosquitos parecen vampiros. Mi tía los llamaba “finifes”.

lunes, 3 de octubre de 2011

Todas las tardes.


Todas las tardes., originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Pastraniqui miró a los lados. Creo que les vio. Se relamió y siguió caminando. Después de tres pasos se paró. Con su manita derecha se rascó su orejita derecha, varias veces. Volvió la cabeza, les observó un ratito... Y siguió andando, tranquilo, tranquilito.

Todavía no es el momento. María, esposa de Giusseppe (Pepe para todos los de la isla), desde unos meses atrás necesita cabalgar en su Ferrari de solo dos ruedas. Por la noche, María, la esposa de Pepe, a Pastraniqui, el gato orgulloso, le saca a la puerta un platito con algo del pescado que esa noche han cenado. Pastraniqui la está esperando, come el pescado, se relame, mira a María un ratito, vuelve a relamerse, se rasca su orejita izquierda con su manita izquierda, para, observa a María otro ratito, se da la vuelta y camina, camina tranquilo, tranquilito.

Todas las tardes, Pepe, leyendo el periódico, ve a Pastraniqui, y con el rabillo de su ojo izquierdo siente a María, y pide perdón al Cielo, a su Cielo, por no haber agarrado a su María cuando bajaba a la barca.