viernes, 7 de octubre de 2011

¡¡Madre del amor hermoso!!


--- Sí, dígame.
--- Hola Jesús, soy Pask.
--- Qué tal. ¿Hay novedades?
--- Te vas a quedar helado cuando te cuente. Escucha...

Pask Witthoh, el gran detective privado y amigo de Jesús, está telefoneando desde Bolonia. Lleva varios días viajando por distintos lugares del norte de Italia. Jesús le ha encargado que dé luz al laberinto que el guapo e inteligente fotógrafo (y alto), sin quererlo, se encontró en Verona. Un mensaje inquietante, muy inquietante: un 7, otro siete, (los dos sietes con dos rayitas) y un ocho: ¡¡778!! Esta cifra estaba pintada con rasgos vigorosos en una fachada debajo de una ventana con un marco inverosímil y muy hermoso. (Las palabras no definen fielmente la escena. Por favor, observad la foto anterior del singular Jesús, singular y fotógrafo muy alto). El caso es que ésta es la cuarta llamada telefónica. Pask sigue la pista de un grupo secretísimo de personas escurridizas, que no deben tener muy buenas intenciones porque en una de esas pesquisas, uno de esos individuos oscuros se dio cuenta que le seguía Pask, el malo se volvió, se encaró y le dio dos patadas. Ahora, de resultas de esa violencia Pask anda cojo. Ya está cerca. ¿El gran detective habrá descubierto el secreto? Escuchemos la conversación entre el detective y el grandísimo fotógrafo.

--- Dime, Pask. Desembucha ya de una vez, ¡¡por Dios!!
--- A que no sabes cuánto me han cobrado por un capuchino guarrindongo en una tasca de mala muerte… ¿di? Siete euros. Siete eurazos. ¡¡No hay derecho!!
--- ¡¡Madre del amor hermoso!!

2 comentarios:

  1. Jesús, llevo tiempo siguiendo tu blog y reconozco que me tienes enganchado con tus historias.

    Buenas fotos y buenísimos textos

    Felicidades y a seguir así.

    Saludos

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