sábado, 16 de noviembre de 2013

Paseo por la ribera del Río Eresma, en Segovia, un día de Noviembre de2013


Hace unos años, precisamente, fue cerca de aquí donde vi por primera vez a una Ángel de la Guarda: Clavel. Luego supe que era mi Angelita de la guarda. Porque los ángeles pueden ser chicos o chicas. No equivocaros. A mí me ha tocado una angelita… bueno, al menos, dos.

Hace unos días se ha incorporado a filas mi segunda ángela y estoy seguro que ayudará a Clavel en su tarea. Y es que acaba de morir mi amiga Ana ALAS (Abuela Pinocho).

Ana ha sido una de mis más queridas contactos. La abuelita Pinocho tenía fuerza en sus fotos, pero más en su palabra. Creo que ha sido una de las flickeras más conocidas y más queridas. Yo la llamaba “angelita” por eso de tener ALAS (por su apellido) pero luego, creo, que continúe con lo de angelita por su generosidad y su bondad.

Ana, tienes que hablar con Fernando. Está triste porque cree que le has abandonado, así de repente, porque ha hecho algo que te ha enfadado. Mándale más cariño aún. Necesita fuerzas.

Y para ti, angelita mía, te deseo que seas feliz, y que estés en paz. Y te mando unos besitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario