jueves, 5 de mayo de 2011

Paseo por Polvoranca - 02-05-2011


Joer, ¡¡madre mía!! Qué cacharro, qué máquina. Y está sola. A ver. Nadie a la izquierda, nadie a la derecha.... nadie.... Venga, mientras tanto, voy a tirarle una foto. Pues nada. Ya, pero desde aquí hasta el coche hay un buen trecho. ¿Y sí cuando estoy a medio camino con ella a cuestas viene el dueño y el gigante de su papá me pone la conciencia colorada... y, de paso, la cara colorada también? ¡¡Que bochorno!! Pero es que parece que está ahí para mí, para que aprenda de una jodida vez a montar en bici. ¿Qué?

Y es que casi treinta años antes estoy, con una máquina parecida, sin ruedecitas y un poco más grande, en el Parque del Retiro de mi Madrid. Hace dos días que me he comprado una bicicleta. ¡¡Mi primera burra!! Mi Madre ya puede ponerse como quiera ponerse que me he comprado una bici y voy a terminar de aprender a montar. ¡¡Ni casco ni leches!! Me monto. Me mantengo en equilibrio. ¡¡Bien!!. Echo a andar y pedaleo, y pedaleo, y pedaleo, y.... me mareo, me mareo, me mareo.... Paro. Y me tengo que acostar en uno de esos bancos de piedra fresquitos del Retiro: ¡¡Una Pájara!!. Eso les pasa a todos los deportistas.

Cuatro días después de la pájara otra vez en el Retiro. Me monto, pedaleo, pedaleo, me viene uno cerca, me acorrala y... ¡¡Zaaaaas!! Tropiezo con.... algo y..... Heridas múltiples. La más dolorosa en la autoestima.

Aprender, seguro que voy a aprender a montar en bicicleta, pero me estoy jodiendo la espalda....¡¡ayyyyyy!!!

2 comentarios:

  1. Tengo un amigo, un banquero de estos que se pasa la vida estresado, que un buen día -animado por el fervor ciclista que llegó con los éxitos de Induráin- decidió empezar a practicar deporte.

    Como no tenía bicicleta, ni nunca la había tenido, cogió una vieja y medio oxidada que estaba en el desván de su padre (quien había sido cartero) y con ella empezó a dar pedal un día tras otro... Claro, en un tiempo en que las bicis son de fibra de carbono, aluminio ultraligero, con no sé cuantos piñones y platos de diferentes tamaños, aquella vieja burra que pesaba un mundo era algo quasi surrealista que le atribuía un cierto nivel de excentricidad a su imagen de triunfador.

    Tanto le rayaron la cabeza los amigos, que terminó comprándose una TRECK de última generación con luces led en los radios (para circular de noche), manillar ergonómico, sillín de refuerzo esponjoso en el culo e infinidad de chorradas más. Completó la equipación con un maillot de tejido transpirable y por supuesto atérmico, casco ligero hecho a medida y unas zapatillas de 300€ sobre las cuales ponía una especie de leotardo para evitar "rozamientos con el aire"...

    En fin, que tras una inversión superior a los 3000€, aparcó la bici de su padre y salió a comerse el mundo con la nueva.... Pero el mundo del ciclismo no depende tanto de las modernidades técnicas -que también- como de la capacidad de dar pedal.... y cuando empezó a entender que cuando cambiaba el plato equivocadamente se le soltaba la cadena, y que sólo en vestirse embutido en aquel uniforme tardaba 20 minutos, entendió que había tirado el dinero y que a él lo que de verdad le gustaba para dar vueltas alrededor del río, era la bici de su padre......

    Ahora en el desván está la nueva, y el equipamiento deportivo se lo pone en carnaval para ir de copas.....

    Y cada sábado, le cambia las llantas a las ruedas porque siempre hay alguna rasgada o pinchada. Pero él es feliz así... soñando conque algún día será capaz de llegar a Portugal en su vieja bicicleta..

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  2. Con lo joven que eres... no necesitas de esas bicis!!!!
    Abrazos amigo, te deseo suerte en la contienda!!!

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