jueves, 31 de mayo de 2012

512


512, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Al fondo, muy al fondo: la torre de la catedral de Segovia. La que dicen que es la última catedral gótica de España.

En primer término, la pradera de la ribera del río Eresma un poco antes de juntar sus aguas con las del Clamores.

Estamos en Segovia, en el mes de abril, un día como tantos días de este año cansino por lluvioso.

Marisa pasea por el fondo de la foto. Unos pasos más y se saldrá por la derecha. Ya veis que va sola. Sin amigas, ni compañero alguno; le acompaña su perrito y su paraguas azul que le regalaron en el taller donde lleva su coche a cambiar el aceite. Es guapa, pequeñita, pelirroja, pero tímida, muy tímida. Le gusta este tiempo de frío y agua porque no va a encontrarse con ninguna compañera del hospital. Es enfermera. Muy buena enfermera. Va pensando. Camina despacio. Las botas que se compró en rebajas están llenas de barro. Le da igual. No parpadea. Se acuerda del hombre guapo de la habitación 512.

Esta mañana, si no hubiera sido tímida, le hubiera cogido de la mano y le hubiera dado un dulce beso en los labios al hombre guapo de la 512. Si no hubiera sido tímida, al terminar el doctor de hablar al hombre guapo de la 512 y ver que éste se derrumbaba le hubiera cogido de la mano y le hubiera dado un beso dulce en los labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario