sábado, 6 de octubre de 2012

Dilara y Elma


Dilara y Elma, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Elma es más tranquila. Es mayor que Dilara y es más tranquilita. La pequeña Dilara es tímida. Le gusta mucho un gato marrón con cola larga y gruesa. No sabe su nombre porque como es tan tímida nunca se lo ha preguntado. El gato grandote marrón con cola larga pasa muy a menudo cerca de las dos hermanas. Las mira. Ladea la cabeza y sigue andando. Elma que es tranquila, aunque le observa, le deja pasar: no le hace mucho "fiu". Pero, en cambio, Dilara, la pequeña, la tímida, le mira, le remira y observa con deleite el caminar del gato grande, marrón y con cola larga y gruesa.

Hace unos días, mientra Elma estaba acostadita haciendo la siesta, Dilara estaba muy atenta por si el gato marrón de cola larga pasaba. Y pasó. El gatazo marrón venía envalentonado porque había vencido en casi mortal combate a un gato gris más grande que él. Las miró con descaro. Elma siguió dormitando. Pero Dilara, con el corazón acelerado, venciendo su timidez, se dirigió al gato y le preguntó por su nombre.

--- Iskander. Así me llamaba mi madre. Iskander. Me dijo que me parezco mucho a mi padre que se llamaba Alejandro. Era griego. Y tú ¿cómo te llamas, gatita?.
--- Me llamo Dilara.

A partir de aquel día Dilara sabe que muchos de sus gatitos se llamarán o Iskander o Alejandro. Que “requetemiaumiau” es su novio marrón de cola gorda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario