viernes, 30 de agosto de 2013

El Mar


El Mar, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Lo que es la vida. Me sorprendió. Nunca las había visto. Es más, nadie me habló de ellas. Y de repente... Sí, sí doctor, empiezo desde el principio, aunque hay poco que contar... ¿Qué?, sí, ya voy.

Fue hace unos días, por la tarde. Caminaba yo sólo, silbando, oliendo el verano que se nos estaba yendo y escuchando a los pajaritos que se burlaban de mis silbidos. Llegué al Mar. Lo rodeé por la izquierda. Yo sólo, y los pajaritos traviesos, y el sol del fin del verano que se escondía. Miré al Mar y la vi. Y me estaba mirando a mi. Saltó de repente. Se rió y paramos de silbar y de piar. Los pajaritos y yo la admiramos. Pelo largo, casi rojo. Pechos no muy grandes pero hermosos. La cola... La cola era plateada. Y sus manos... sus hermosas manos hicieron un gesto de amistad. El tiempo se detuvo. Al perderla en las ondas del Mar cerré los ojos. Disfruté del silencio, del olor a diosa, de unas sensaciones muy agradables que me bajaban por la espalda. Respiré. Volví a respirar. Abrí los ojos y ya era noche cerrada.

--- Muy bonita historia. ¿Te has tomado las medicinas?
--- Sí, doctor.

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