jueves, 27 de enero de 2011

Desde Chamartín a Nuevos Ministerios, y viceversa


Sí, ha sido una gran idea. Desde Chamartín a Nuevos Ministerios, y viceversa, yo antes iba en Metro, pero que va, mejor en tren de cercanías, dónde va a parar. Más cómodo, más silencioso, más calentito, chun-chun, chun-chun, chuuuuunnnn.

--- Estoy indignada, me siento sucia, me siento machacada, me siento....
--- Pero qué te pasa.
--- ¿No has oído al gordo que se me ha levantado hace un ratito? El tío grosero, ¿has visto como trataba a la señora que se te ha sentado...?
--- No sé, yo la verdad es que estoy muy contenta, que bien olía, que poco pesaba. La suavidad de su abrigo, el roce de su mano en mi asiento, qué señora.
--- Claro, no sé porque será, pero siempre se sientan las señoras adentro. En cambio, a mi, siempre, me tocan los gordos, babosos. No veas como le hablaba a la pobre señora. Y el tío guarro… si es que....
--- Qué.
--- Que le olía....

--- Oiga, oiga, que ya hemos llegado a Chamartín.... se ha quedado transpuesto.
--- ¡¡Uy!! Muchas gracias.

¡¡Ya!! Estaréis pensando que lo he soñado, pues no, estoy totalmente seguro que he oído dialogar a las dos... a las dos.... ¡¡Madre mía!! Qué vejez me espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario