miércoles, 30 de noviembre de 2011

El embriagador olor de las flores azulitas


--- Entre todos me vais a matar. ¡¡Que sufrimiento!! Me vais a quitar la vida.

--- Lo siento mucho, Mamá.

--- Ya. Ahora. Ahora lo siento, pero anoche tu padre y yo volando de aquí para allá para ver que no te hubiera pasado nada. ¡¡Que disgusto!!

--- Mamá, se me fue el Santo al Cielo. Ni cuenta me di de la hora, de que tenía que volver a casa. La vi, preciosa, arregladita, oliendo.... ayyyy, cómo olía: a esas flores azulitas que están cerca de ese árbol grandote.

--- Muy bonito, muy bonito. ¡¡Que disgusto!! Estoy segura que estuve cerca de esas florecitas azules y no os vi. Ni a ti, ni a ella. Y me dijo tu padre que estuvo cerca de las amarillas y tampoco. Llegamos a pensar que te había comido aquel pajarraco negro....

--- ¡¡Mamaaaá!!

--- Ni Mamá, ni leches. Por las noches a casa.... Y cuando te hable no me des el culo.

2 comentarios:

  1. Ja, ja, aja, muy bueno Jesús, tanto el texto como la foto.

    ResponderEliminar
  2. Um conto maravilhoso! Mais do que a história é a forma como contas que mais me encanta...
    Beijinhos

    ResponderEliminar