jueves, 10 de febrero de 2011

Ocaso


Ocaso, originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Se viene a este mundo llorando. Es más, si no lloras te dan una palmadita en el culo. Ya empezamos. Luego queremos teta y no nos dan. Queremos cachondeo y nos dejan en el cuco. Judías, garbanzos, acelgas, ensaladas, frutas, leches y más leches y pocas hamburguesas, pocas pizzas, etc. etc.

Qué me decís cuando vamos creciendo, otra vez tienes lo que no quieres y quieres teta y tampoco te la dan. Sufrimiento y más sufrimiento. Trabajas, te casas, te dicen que si lo haces bien llegarás a jubilarte y te pagarán. Otro día viendo la tele descubres (un poco de maduración) que en caso de que cobres jubilación, cuando seas viejo, la pasta será enana.

Y pasan los días, y los puentes, y las vacaciones, y los cumpleaños de las suegras. Hasta que otro día (otro poquito de maduración) ya no vas al cumpleaños de la suegra y al principio, ¡¡oh, ignorante!! te alegras, pero, ¡¡oh gilipoyas!!, un poco más tarde te das cuenta (tercera maduración y ya huele un poco mal) que el siguiente cumpleaños que se abolirá seguramente será el tuyo. Vamos, que el siguiente en palmar serás tú.

Pero no me digáis que no es bonito acabar como muere este día en mi foto.

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