jueves, 26 de abril de 2012

Viaje a Guadalupe en Mayo de 2009


Como me gustan los Monasterios. Claro, serán reminiscencias de cuando yo fui Obispo de Segovia. ¡¡¿¿??!!. Eso os pasa por preguntar, ahora no tenéis más remedio que escuchar la historia completa, la habéis liado.

Un día se presenta en Madrid mi amigo Federico con su novia más reciente. Mi amigo Federico es lo más parecido a Casanova que yo he conocido y en ese aspecto es uno de mis héroes. La novia no era jovencita pero guapa, muy guapa, y tenía unos ojos y una mirada de las que quitan el sentido y el hipo al mismo tiempo. Les invitamos a casa a comer. Entonces vivíamos en Madrid, todavía no nos habíamos venido al pueblo.

Y la amiga de mi amigo me miraba. Y yo, por supuesto la miraba a ella. Y Merche a los dos. Y seguía mirándome. Comimos, nos reímos y todos seguimos mirándonos. Ella se dedicaba a sanar almas en el pasado. (¿Quéeeeeeee?). "Sanadora de almas en el pasado" (ahhhhhhh). Y me dice de pronto:

--- Te lo tengo que decir: te he estado mirando toda la comida (yo ya lo sabía) y te he visto y que sepas que en una de tus otras vidas has sido Obispo de Segovia (me vine abajo, yo creía...). Sí, "Obispo de Segovia".

Desde aquel momento solo buscamos en la provincia de Segovia el lugar donde irnos a vivir.

2 comentarios:

  1. Y yo que la creo...

    Es que no puedes dudar jamás de la palabra de una "sanadora de almas en el pasado"...

    ResponderEliminar