viernes, 15 de febrero de 2013

Juan Bravo y señora de verde.


Estaba el otro día hablando con Juan y... No sé. No sé si seguir porque ya me veo el cachondeíto. ¿Sigo o no sigo? De cobardes no hay nada escrito, muchacho. Cuéntalo.

El hecho es que el otro día estaba hablando con mi amigo Juan Bravo. Sí, el de la estatua... ¿Ya empezais con el cachondeito? ¿Es que uno no puede tener un amigo estatua?. Que no sigo ¿eh..? Bueno, vale. Perdonados. Me contaba él. Es que es muy hablador. A mí no me deja meter baza. Yo le escucho y ya está, me divierte. Me contaba algo que no sé si vais a creer pero en esto si que yo no soy el responsable. Yo os cuento lo que él me dijo.

Pues bien, mi amigo Juan dice que tiene un don con las mujeres. Y lo tiene desde hace poco tiempo, no os creais. Desde hace ciento cincuenta y tres años. Pues bien, él sabe, cuando ve a una mujer, si ésta tiene deseos carnales. Sí, sí. Él lo sabe.

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