martes, 19 de octubre de 2010

De purísima y oro.


De purísima y oro., originalmente cargada por Jesús Figueroa Salán.

Hoy no me pongáis las cosas difíciles que estoy cabreado. Pero mucho, mucho. No con vosotros, no, estoy enfadado con mi Angelita. Sí, no siempre hay que ponerle la cara risueña. Cuando se porta como se ha portado, hay que decirle las cosas tan seriamente como lo hecho yo; y ya está. ¿No es mi angelita de la guarda? Su misión es protegerme y facilitarme la vida. No puede ser que me ponga pegas cuando le hago una proposición sencillita, pequeñita, que lo puede conseguir con la punta del ala derecha. ¡¡Vamos!!.

Pues nada, que anoche, en ese mundo mágico en el que algunos imbéciles dicen que se está durmiendo, yo soy diestro y matador de toros. Seguro que sabéis que tomé mi alternativa de manos del maestro Bienvenida en la Maestranza de Sevilla hace algunos años ya. Porque yo soy madrileño de nacimiento pero sevillano en arte. Anoche, haciendo las maletas para la temporada de América me vino a la memoria la última cornada, el año pasado en Pamplona, que me dejó, además del costurón en el pecho, la seguridad de que mi coleta tenía ya poca vida. Me quiero despedir de mi afición en Sevilla, claro está, en la Maestranza, con José Tomás, y de purísima y oro. Pues bien, viene mi Angelita y me dice que no, que no lo consiente, que tiene que ser de tabaco y plata. Pero, por Dios, ¿Habéis visto alguna vez a algún figura del toreo cortarse la coleta vestido de tabaco y plata? Estoy enfadadísimo.

1 comentario:

  1. Pues nada que hay que romper siempre hay una primera vez, asi que ha vestirse de tabaco y plata como quiere tú Angelita.
    Besos

    ResponderEliminar