---------------------------------------------------------------------- Cuentecitos con Santo.
sábado, 30 de octubre de 2010
Salma y Jagesh.
Agra, India, Taj Mahal. Miles de turistas lo visitan diariamente. Impresiona. Te empequeñece. Demasiada gente. Llegamos desde Delhi, por esas carreteras de la India, agradeciendo a alguno de los Dioses de los indios que sus carreteras nos hayan perdonado. Hemos creído morir unas cuantas veces y las mismas hemos salido misteriosamente vivos. Habría que mandar a la India y a sus carreteras, como terapia, a aquellos que no tienen motivaciones y no saben por qué vivir. Las depresiones desaparecen... ¡¡Estamos vivos!!.
Llegamos a Agra. Es una ciudad triste, sucia, de calles estrechas. Nos dirijimos al Taj Mahal. Desde el coche oigo que alguien llama a una niña que lleva unos libros debajo del brazo: ¡¡ Salma!!, y veo a una guapa niña ir al encuentro de la jovencita que la ha llamado, y entiendo que se encaminan al colegio. Un rickshaw conducido por un muchacho ha frenado con violencia y he oído decir al hombre mayor que le acompañaba y le estaba enseñando: " Jagesh qué haces, tienes que estar atento, casi atropellas a las dos muchachas".
Los dos: Salma y Jagesh, se han mirado con interés, ella es musulmana, él es hindú seguidor de Shiva. Son vecinos. Ya se habían visto antes, pero nunca se han hablado.... Ni nunca se hablarán.
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